Ok esta es dificil al ser un lugar de tradición familiar. Al querer experimentar me equivoque ... quédate con lo tradicional, o sea la pizza y cerveza. La pasta carbonara era para un gatito ... pasada el leche en su preparación. El filete miñon buena porción pero 3.5, y el trio de pasta sigue siendo una buena selección. En las almajas el experto que las hace ha perdido el toque ... salsa aguada y 25% cerradas.

Al fin me pude estacionar, a las 4.45pm. La hamburgesa ... The Best jugosa bien sazonada, y con las papitas de camote le pone un twist ... uhiiii se me hace agua la boca. Dos detalles importantes ..... limpiar después que la gente se va y recoger las servilletas, latas y botellas de agua vacías del piso ... desagradable.

Despues de muchos intentos por fin tube que pedir para poder llegar!! Para empezar no fue nada agradable ver como sacaban mi cerveza de alado de las frutas...el chorizo fue de tercera pero, cuando llegaron los platos principales cambio mi paladar. El ceviche muy bueno limon en su punto; la ensalada de mariscos un poco dura pero comible y los dedos de pescado parecian bien, meñiques pero en buena proporcion. La picada de carnes estubo bien sin embargo nada del otro mundo. Un experiencia que no repetiria con frecuencia.

Mistral tiene un buen ambiente y elegante. Aparte de no tener valet parking en esta zona algo congestionada; y de caernos un cuchillo de la mesa del segundo piso lo cual no tuvo reacción de nadie aún cuando lo notaron, la cena estuvo debajo de mis expectativas. Por el precio pagas lo elegante de Mistral y no por la experiencia de degustar.

Excelente ambiente, muy NY Village :). La atención fue buena, el personal esta todvía en entrenamiento. Volveria Si, sin embargo algunos items estan muy caros si los comparas con otros restaurantes Top Notch en Panamá. Mañana paso a ver la tienda en la parte posterior del local, de lejos se ve interesante.

El tapeo estuvo muy bueno, la paella perfecta un tris saladita. El bacalao salteado en ajo es expectacular. El GIN CITRUS preparado con Hendricks es fuera de serie.

Muy parecido a Five Guys en USA, estuvo genial nuestra visita. Con dos ambientes diferentes,abajo estilo familiar y arriba estilo sport bar con Tvs. Las burgers estuvieron buenas y el servicio ameno, sin apuro. Creamos las nuestras burgers cocidas a lo solicitado, jugosas, siendo el tamaño mediano suficiente para saciar un buen apetito. Esperando visitar nuevamente.

Hoy tenia antojo de buena pasta animándonos a ir a Pastisina dado que estábamos por esa area. Nos inclinamos por dos especiales ordenando la pasta de camarones, hongos en salsa blanca tenia un buen sabor, hubiese mejorado si los hongos se hubieran hidratado durante mas tiempo antes de la preparación. El oso bucco estuvo suave sazonado con buenas especies acompañado con pasta al dente . . . solo quedo el hueso. El antipasto de vegetales estaba fresco, textura suave y buen acompañante para los platos fuertes. La sangría estuvo demasiado dulce evidenciado por la azúcar en el fondo de la jarra algo a mejorar al igual que el pan ofrecido, sobre la mantequilla se puede preparar la propia y olvidar la comercial empaquetada. No quedo espacio para el postre dado que los platos son generosos. A mejorar detalles para obtener consistencia en la presentación de los platos. Ya paso el mundial y se puede reemplazar el Tv por buena musica.

Me entere que Manolo tenía nuevo menú de autor y tenia que ir. Saril, caña de azúcar, chesos hechos en El Valle productos traídos directamente de nuestra campiña y frescos. Con sazones suaves hacen sobre saltar y dan aprecio a los mariscos frescos, carnes, aves ofrecidos. El caldo de almeja estuvo explosivo. En la parte final, el mouse de chocolate se derritió en el paladar. Los vinos nuevos tuvieron deliciosos, suaves con buen cuerpo y sin opacar los platos. Aun con el restaurante lleno, el servicio estuvo bueno a mejorar la consistencia de traspasar la informacion de lo servido en la mesa. Definitivamente Cocina con Amor.

Al fin fuimos a Maito. Ambiente elegante y romántico siendo las entradas y principales fueron de preparación diferente. Empecemos con las entradas de las cuales el pulpo acaramelado el cual estuvo sobre dulzón, las bolitas de jamón serrado y queso estuvieron buenas, seguido por los patacones y camarones que estuvieron atractivos. Algunos nos inclinamos por pescado, el salmón, corvina chorillo y el mero. Los pescados locales estuvieron sabrosos, mi salmón estuvo un poco sobre cosido y una pisca salado. Las carnes estuvieron al punto algunas con exceso de la “salsa” utilizada. El postre estuvo decepcionate, tuve que buscar el pie de limon dentro del merengue. El Shyraz (Chileno) reserva de estuvo excelente. Creo que tenía demasiada expectativa faltandole un leve toque para alcanzar un alto nivel.