Este restaurant realmente me sorprendio, la comida estuvo genial. El gyro de cordero, la ensalada griega y la lasagna son emblematicos. Todo acompa?ado de un muy cordial servicio, en mi caso probe todo lo que pude ya que lleve un grupo grande, pero puedes degustar desde cafe griego hasta el mas seco de los licores de esa region

El café es costoso y regular, nada especial, la pastelería no es fresca, es un buen sitio para ir con tu portátil y responder algunos email usando su wi-fi, nada mas que eso.

La comida nada especial, mas del montón. El servicio regular, a veces se esfuerzan un poco, pero siempre esta lleno, lo único para lo que lo recomiendo es para estar en la plaza disfrutando un buen vino

Ciertamente su fuerte y mas grande ventaja, es el ambiente, acogedor y fresco; aunque no podría decir lo mismo de la comida, en mi experiencia solo me tope con "No hay" y platos que aunque llenos de expectativas, no cubrieron las exigencias, de la mano de unos mojitos que solo tienen sabor al concentrado de lima con que los hacen y unos postres costosos y muy básicos! El servicio aceptable.

Es solo un sitio donde sentarse a compartir unas cervezas. La comida es un plus, una picada que haces simplemente, no lo recomiendo para ir solo a comer. Por otro lado aunque el ambiente en el día es algo cutre y desanimado, en la noche hay buena música. El servicio normal, me atendió una colombiana bastante simpática.

Buena parada fast food de comida asiática. Si lo que quieres es un almuerzo o cena rápida, relativamente buena y de precios accesibles, este es el sitio. Pedir combinados, los rolls son muy pequeños.

Indudablemente, el peor carpaccio que he probado, una desastrosa mezcla entre limón, jengibre y balsámico, terrible. El ceviche de camarones 1 de 5, lo único que salvo mi cena fue un bisqué que pedí a último minuto en un intento desesperado de salvarme. La atención terrible, desatenta, no respetan los tiempos del menú y los precios no son bajos, tal vez hay relación cantidad/precio, pero calidad/precio jamas! Realmente la vista desde la terraza es el único punto a favor que poseen.

Como compartí en una reseña anterior, es complicado adaptar platillos a productos distintos a los de su origen, sin embargo la sazon esta bien marcada aunque sus precios algo elevados. Me agrada el trato de "pana" que te da el personal, informal y cálido, aunque el ambiente combina con su metodologia self service, comer en 15 minutos e irte.

Buena panadería, tomando en cuenta lo difícil que es adoptar un plato determinado a productos de una región distinta a su origen. Solo vayan y pidan para llevar, no es un lugar para pasar mas tiempo que el que te toma un "cafecito" mañanero.

Me agrada principalmente la gran variedad de platos de su menú, todos con aspecto exquisito basandome en la pulcra redacción de la carta. Me adapte bastante al ambiente. El servicio regular aunque el menú de 2 tiempos salio rápido. Recomiendo el Baked alaska. Deseando conocer los brunch!