Si quieres tener una experiencia 10/10. Este es el lugar. El servicio atento, la comida impecable y el ambiente fenomenal. Todo aquí esta bien pensado desde el mobiliario, el menú, la cartq de bebidas, tableware y ambiente. Un take innovador a los sabores de la cocina panameña que evocan nostalgia y con toque refrescante. Los cócteles divinos. Me encantó el guacho de mariscos, empanadas de pulpo, la salsa de ají chombo ahumado y el flan.Ganas de probar más platos así que definitivo vuelvo. De principio a fin una experiencia formidable. Hacía falta un lugar así en el pamorama gastronómico de la ciudad.

Terrible experiencia en este lugar. A pesar de que había como 8 meseros el servicio fue muy demorado 1 hr y mas para que saliera la comida, algunos platos o bebidas no los sacaron. El tiradito cortado grueso, el pescado sabia pasado. Un plato de mariscos era de esos de supermercado congelado, los 2 camaroncitos que traia ni se inmutaron en pelar. El cóctel de mezcal fue lo único memorable del almuerzo. No entiendo porque el servicio fue tan malo si el restaurante no estaba ni lleno. Parece mas bien un lugar para ir a sacarse fotos porque para comer no es.

Todo los platos que pedimos estuvieron deliciosos. De entrada pedimos las alitas con salsa dulce de whiskey. Platos fuertes: Fish and chips, The Wallace Burger y el Wallace Chicken, todos estuvieron riquísimos. Las porciones son grandes asi que no nos quedó espacio para el postre. Tienen una buena selección de cervezas y cócteles. La cidra que pidió uno de los amigos en la mesa no estaba muy fría.