Pedimos cuatro entradas y todas muy ricas, sobre todo resalta el hummus, que a pesar de ser un plato sencillo, destacaba por el sabor del aceite de oliva. Solo el lehmeyun nos decepcionó un poco, no por la masa, sino por el sabor, un poco peculiar, de la carne. El mozo nos atendió muy bien.

Fui a ver un partido de la Champion's League, la transmisión fue muy buena en calidad de imagen y sonido. Hay un salón extra, el de karaoke, que habilitan cuando hay partidos simultáneos. Pedí un jugo de piña muy rico y fresco, después la hamburguesa de la casa, con salsa de Jack Daniels. Estuvo rica y de tamaño ideal. Las sodas tienen refill.

Fuimos, como muchos esta semana, para probar la hamburguesa del Burger Week. Pedimos como entrada el ceviche, fue una lástima que tenía ese sabor que coge a veces la comida en el refrigerador. Creo que por el Burger Week tienen mucho trabajo y pudieron descuidar otros platillos. La hamburguesa estaba muy rica y la idea con la salsa de cebolla y cerveza me gustó, aunque creo que el queso y el proscuitto no resaltaban tanto por la salsa de cebolla.

La comida estuvo sabrosa. Fui al mediodía y pedí el plato recomendado "fiesta panameña", un plato mixto individual con sancocho para degustar. Como almuerzo fue demasiado, creo que tal vez el menú ejecutivo era un poco más ligero (y más económico). El local estaba lleno a medias, tal vez por eso demoraron un poco en tomar mi orden, en recoger los platos y traer la cuenta.

Fuimos en pareja y compartimos dos entradas, una pizza, asi como una botella de chardonnay argentino. Los arancini de ossobucco estuvieron muy ricos, de tamaño perfectos, ni muy chicos ni muy grandes. El carpaccio de res con limón y queso tipo parmesano estuvo también muy rico. La pizza quattro stagioni, muy rica y hecha con champiñones frescos (algo esencial). El trato fue amable, pero no el mejor, nos tocaron un poco despistados los meseros.

Más que un restaurante es un muy logrado bar de ron. La camarera fue muy simpática y atenta, el barman muy experimentado. Pedimos una cerveza blanche de la rana de oro, un magnífico mojito y otro cóctel llamado dos océanos, también muy bien ejecutado. De cenar pedimos un muy rico sándwich de queso y cebolla caramelizada acompañado con una sopa y un estupendo sándwich cubano con papaya encurtida. Todo estuvo excelente!

La terraza más bonita del casco antiguo. El personal fue muy atento. La comida era rica, pero tanto los wontons de pato como langostinos al coco llegaron tibios, casi fríos, si duda nos hubieran sabido mejor a una temperatura adecuada. Esa noche no hubo muchos clientes, así que el problema no fue ese. Lo que mas nos molestó fue que no tienen menú de bebidas. Junto con la carta nos dieron una lista con los cocktails de la casa, pero el resto de las bebidas, y sus precios, no están escritos. A poco más de 6 dólares, ofrecen la cerveza artesanal más cara del casco antiguo.

Mi pareja somos fanáticos de las kyozas y del pulpo. En Ato probamos las kyozas más ricas en mucho tiempo, a pesar de que son rellenas de cerdo son muy ligeras; se nota la calidad de la carne. El pulpo lo preparadñn solo con un poco de vinagre, azúcar y aceite de sésamo y fue genial. Pedimos 2 makis, el samurai con un tempura muy ligero, sin gusto a aceite y otro de anguila, sencillo y excepcional. De postre tomamos un helado frito.

Ayer visitamos por segunda ocasión Casa Bruja. La atención y servicio fueron de nuevo de primera. La comida en relación al precio estuvo muy bien. Las pale ale que bebimos estuvieron muy ricas, pero la Sir Francis nos gustó aún más.

El lugar es grande y la alto, así que lo recomiendo para grupos grandes, nosotros eramos dos comensales. El servicio fue muy bueno, atento y sus sugerencias fueron bastante acertadas. El nigiri de anguila y el maki samurai fueron lo que más disfrutamos. La ensalada wakame estuvo muy rica. El maki tropical estuvo bien, pero el sabor del resto de los platillos lo opacó.