Este restaurante es un clásico. Tenía años sin venir y me sorprendió lo bien que se mantiene. Un buen detalle ver a alguien tocando el piano. De entrada el ceviche frito estuvo bien pero le faltaba como alguna salsa cítrica. De plato fuerte me encantó el pulpo a la gallega. mis amigas pidieron pescado y les encantó.
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