Un excelente lugar en el centro de El Cangrejo, ideal tanto para desayunar como para almorzar. Además, cuenta con un espacio de coworking, perfecto para realizar reuniones o trabajar cómodamente. La comida es excepcional: disfruté de un crepe de salmón que recomiendo sin duda, junto con los dulces hechos en casa. En mi caso elegí brownie, muy bueno. El servicio, a cargo de Camilo y la encargada, fue impecable; ambos transmiten una gran armonía que hace del ambiente algo especial. Disponen de estacionamiento, lo cual es un gran plus en esta zona. ¡Definitivamente volveré!