Me encontraba por el área de Obarrio y como ya era hora de almorzar, decidí entrar en este restaurante para comer algo ligero. Pedí un emparedado de carne, acompañado de una taza de café americano. Le faltaba más carne para que estuviera buenísimo. El café era muy liviano para mi gusto, pero no quise pedir un expresso. El servicio, como siempre, muy bueno.
4 Me gusta