Fuimos solo a tomar algo, pero no se puede, siempre terminamos comiendo, todo es rico, el ambiente es espectacular, esa noche había un cliente griego al que le tocaron la canción "Zorba el griego", fue muy divertido, con platos lanzados al piso y todo, odaliscas bailando griego. la atención siempre es estupenda hasta el final con el te de cortesía que es muy rico y un gran digestivo.