Fui por que un amigo extranjero vio que tendrían bailes típicos y quiso conocer, este restaurante esta perdiendo el tiempo puesto que se encuentra en una gran zona, al ver la carta, no tiene nada que no consigas en una fonda y los precios son exorbitantes, demoraron mucho en traer los platos, pero lo entendimos por que estaba muy lleno, yo pedí la lechona que estaba en 13.00 muy cara para siete pedacitos de puerco secos y sin sabor el tamal no tenia salsa lo único medio bueno era el platanito en tentación que traía los patacones estaban duros, mi esposo pidió el filete de pescado que tampoco sabia a nada preguntamos si era arroz con guandú y coco y nos dijeron que si y realmente no tenia coco y el arroz estaba muy simple, no vuelvo ni aunque me paguen por comer ahí, cuando quisimos ver el baile que empezó en la terraza de arriba el dueño que estaba muy enojado nos dijo que no podíamos entrar ya que era privado que esperáramos abajo y la hija que discutía con el nos dijo que iba a buscar la manera de dejarnos entrar por que abajo no se presentaría el baile, al ver la discusión preferimos retirarnos.