Rincón de los Camisones.

Para fiestas patrias, mi novio y yo, queríamos comer algo rico por las playas y decidimos ir a los Camisones…ambos teníamos años sin ir. Para nuestra sorpresa, el restaurante no es nada del otro mundo, la comida es rica, tiene buen sabor, pero, las porciones son DEMASIADO pequeñas y los precios carísimos. La verdad no volveremos.

Me encantó volver, muy buen servicio ,amabilidad, pendientes de la mesa. Un ambiente relax, te desconectas del mundo. Pedimos: Un café, te, unos jugos de zarzamora, unas Coronas. Plato fuerte: Ostiones al ajillo con patacones, corvina a la plancha con patacones. Postre: flan de la casa. 100% recomendado.

Me encanta parar a comer aquí cuando estoy por la playa. En esta ocasión fui con mi mamá y con mi papá. Los tres pedimos ceviche de corvina, estaba buenísimo. De plato fuerte yo pedí corvina al ajillo con patacones, mi madre pidió langostinos y mi papá pulpo a la criolla. Los tres platos estaban deliciosos y con una buena porción. De bebida pedí una limonada y también muy buena. Era natural. Adicionalmente pedimos postres. El flan no me gustó mucho pero quedé gratamente sorprendida con que ahora venden dulces sin azúcar porque mi papá es diabético y pudo pedir su postre. El pidió un bizcocho de almendras y unos coquitos. Como eran dos dulces se comió una parte y lo demás se lo llenó para más tarde.

Volvimos por el arroz a la marinera como siempre pero esta vez estaba muy salado y un poco de concolón, lo que es raro en una paellera. Sugiero prestar atención al momento de sazonar y que no se pase en el fuego.

Si te encuentras en camino hacia el interior y quieres disfrutar de una comida de nivel, no dudes en pasar por este restaurante. Los langostinos a la sal, las chuletas de cordero y los calamares al ajillo son platos imperdibles. De postre un pecan pie para cerrar con broche de oro.