Lo había visto en varias ocasiones, pero no me llamaba la atención, hasta que decidí darle una oportunidad. Estaba vacío, pero el ambiente es agradable, tranquilo y limpio. La atención normal. Cuando llegaron los platos pensé que sería como cualquier restaurante peruano básico, pero no. La comida estaba en su punto, muy buena sazón y cocción. Desde la entrada hasta el postre lo disfrutamos. Y los precios a pesar de no ser los más económicos, están bien por la calidad y porciones que se recibe.

Cada vez que vengo a Boquete voy a este restaurante. Han cambiado de meseros, pero siempre ofrecen una muy buena atención. La comida siempre un éxito. Han agregado nuevos platos desde la última vez y no fallan con los sabores. Precios y porciones muy buenos.

Por fuera parece un restaurante bohemio, por dentro como cualquier fonda y a pesar que la atención no tiene esmero la comida es un éxito, excelentes sabores, buen tamaño en las porciones a buenos precios.