El ambiente y la atención fueron muy buenos. Siempre estuvieron pendientes de nosotros, y el mesero nos hizo una buena explicación de los platos y contestó todas nuestra preguntas. Lamentablemente la comida no estuvo a la altura del lugar, la atención y el precio. No estaba mala, pero no lo valía: el picante del filete tacu-tacu no le añadía nada al sabor del plato; los ñoquis no sabían a zapallo. De los postres el "heart attack" y el cheesecake estaban buenos; el pie de limón sabía mucho a huevo. No creo que regresaríamos.

La Pizza Siciliana es muy buena. Buena masa (crujiente por fuera y esponjosa, no muy gruesa). Lleva chorizo, pero no es grasosa. Tambien probamos las costillas de cerdo con salsa bbq y unas yucas crujientes (en su punto!). Los meseros siempre atentos de nuestra mesa. En general, muy buena experiencia.