Un restaurante divino y romantico en donde la atencion es bastante personalizada, te hacen sentir como en casa. La comida tiene un sabor innolvidable al paladar, creando unas ganas infinitas de regresar. Tiene una piscina muy bonita la cual le da el toque romantico perfecto.

La atencion es muy buena, el dueño esta constantemente pendiente del bienestar de los clientes y es muy amable. Tienen diversos juegos para entretenerse mientrAs esperas la comida y karaoke para dar un ambiente mas divertido. La comida es rica, los patacones rellenos de mariscos de entrada son ricos y vale la pena calidad/precio al igual que el Guacho de mariscos. Tienen un menu bastante variado y con buenos precios.

Otra parada obligatoria, aparte de la rapida atencion todo lo que pidas es rico. Mi recomendacion en lo personal es de entrada un choripan que no puede faltar y plato fuerte camarones al ajillo con papas fritas. Si no tienes mucho tiempo y solo quieres pasar para llevar, todos los tipos de choripanes que tienen y las salsas de ajo y chimichurri que son las mejores. Tambien las venden para llevar.

El ambiente, si quieres pasar un rato relajado a orilla de playa y arena te lo recomiendo 100%. El pescado estaba rico, le falto un poco de sazon pero igual estuvo rico, las empanadas de pescado realmente deliciosas! La atencion bastante buena considerando que era semana santa y estaba lleno el restaurante, asi que demoraba un poco. Volvere!