Debo confesar que tenía un tiempo con ganas de conocer este lugar. Estuvo bastante bien. Estaba bastante lleno y nos tocó esperar por mesa. El servicio estuvo bastante bien, dadas las circunstancias. De entrada probamos una almejas al ajillo y una arañitas. Ambas entradas muy ricas. La salsa al ajillo muy sedosa y con ajo fresco, abundante y picado muy finamente. De platos fuertes probamos camarones al ajillo, acompañados de puré de papas; y langosta con salsa de mantequilla, acompañada de patacones. Estuvo muy, pero muy bueno. La langosta de buen tamaño, porción generosa y producto fresco. Full recomendado!

Fuimos a almorzar un domingo, después de mucho tiempo, y en general, la comida estuvo buena. Las entradas estuvieron excelentes: croquetas de yuca, rellenas de carne y con pasitas, que les dieron un toque dulcito, muy rico. También queso ahumado, realmente bueno, con ajíes y unas cebollitas caramelizadas, sobre una reducción de balsámico; fue mi favorito. De platos fuertes, probamos un salmón realmente espectacular, que venía sobre una cama de papas, rodeado de una salsita sedosa y con un sabor que no pudimos identificar. También pedimos una pasta con tomatitos al grill y queso mozzarella bastante buena. Mi hija se fue con la hamburguesa, que estuvo un tanto muy cocida para nuestro gusto, y por ende algo seca. De postre un pudding de dátiles con helado de vainilla, que me sorprendió por lo rico y delicado. Siempre que podamos, volveremos!

Me gustó mucho la pizza vegetariana de este lugar. La masa delgadita, más no demasiado crujiente. También pedimos la pizza diabola, con carnes, muy rica. De postre, brownie con helado y flan de la casa. El servicio muy bueno y el ambiente también. Muy buena opción en la playa.

Me encanta contar con esta opción para comer en la playa. Este restaurante me encanta, la comida es saludable y agradable. Pedimos humus y kibe de entrada. De plato fuerte pinchos mixtos de pollo, carne y cordero. Todo muy rico!

Este lugar en un ícono de los paseos a las playas. Sin embargo, la memoria a veces nos traiciona y los recuerdos superan algunas veces a la realidad. La comida estuvo bien, normal. Un poco caro para lo que es. Fuimos a desayunar. Probamos bistec encebollado, tasajo y salchichas guisadas; con hojaldres. Chicha de naranja para acompañar. El servicio muy nuestro, panameño. Era una sola mesera para todo el local, así que se le perdona que me trajeron hojaldre, en lugar de tortilla y chicha de naranja, en lugar de nance. Al menos nos regalo una sonrisa!

Visitamos este restaurante por los comentarios en Degusta. Las porciones son generosas. La frescura del producto, la condimentación y el sabor no nos defraudaron. De entrada probamos almejas marineras, muy rica la salsa; y arañitas crujientes. De plato fuerte, el pargo frito muy sabroso, y el acompañamiento del arroz con frijoles y coco, excelente combinación. De seguro volveremos en otra oportunidad!