El ambiente es tipo familiar, tranquilo, la comida es abundante y buena. Las personas del local son bien atentos y agradables.

Un hermoso lugar, súper acogedor, bueno para ir a conversar con los amigos y la familia. Los cafés son súper ricos y tienen unas buenas empanadas. Sin embargo, ármense de paciencia, son lentos trabajando los pedidos y no los entregan todos a la vez, entre lo que pide un comensal y otro de la misma mesa pueden demorar más de 20 minutos lo que mata el ambiente y la paciencia.

Muy buena atención, un rinconcito muy acogedor que venden ricos cafés. Recomiendo el té chai latte bien refrescante para estos días.

La comida es súper rica, tiene una buena variedad de vinos, pero el ambiente lo es todo! te da una sensación de privacidad, las mesas tienen buena distancia, música para disfrutar del momento y de la naturaleza que le rodea. Una experiencia demasiado buena! que se repita!

Es un restaurante muy autentico, sin pretensiones. El ambiente puede ser familiar, como bien puedes ir a negocios. El personal súper amable y si no sabes algo, con la mejor atención te van a explicar cada platillo y los sabores. La comida deliciosa, tiene un buen porcentaje de sabor a Perú, por lo tanto es genial. Especial para invitar a ese amigo a probar algo nuevo sin ir tan lejos.

La comida estuvo bien, nada extraordinario. Las carnes tenían el punto que pedimos y tenían buen sabor. El servicio estuvo bien, un poco demorado, pero el personal muy atento. El ambiente no me gustó mucho, estaba muy oscuro y sentía mucho ruido, tal vez influya que todas las mesas están como muy cerca y la música un poco alta, pero volvería ir con tapones de oído y comer.

No se si es que llegue a mala hora, pero cuando he llegado, ya no tienen casi nada en el menú y lo que pides toma bastante tiempo, tanto que no sabes si en verdad llegará. El restaurante es bien pintoresco y se ve bien típico, cómo es abierto bueno si vas tipo 10-11 de la mañana va a estar un poco caluroso.

Sus pasteles de cumpleaños son siempre deliciosos, suaves, esponjosos, no empalagan. Probar sus pasteles es cómo tener un momento de cuando éramos niños. El personal es super atento y siempre están atentos, no podría pedir más.

El restaurante tiene una estética estilo chino, me encanta porque se siente y se ve limpio. Tiene un amplio salón para comer, buen mobiliario. El servicio es súper amable y atento. La comida puede salir entre 10-15 min lo cual es súper bueno! Los platos tienen ingredientes frescos y los sabores están muy bien.

Entrar a Verona es cómo entrar a una trattoria italiana, comida rica y fresca. La atención es insuperable! La comida sale rápido y tiene variedad de cervezas italianas. Les recomiendo que coman lo que sea en el menú, casi todo lo hemos probado y todo es delicioso: las pizzas, las pastas y los postres!!!