El restaurante usualmente se llena, es probable que tenga que esperar un rato, el parking es escaso. La comida sin embargo estuvo de regular a buena, la bruschetta clásica le mejoraría lo que ofrecen de tomate, en lugar de rodajas lo pican y esparcen, se desmorona en la mano. Ordené el New York, tiene buen sabor pero el corte es modesto, la ensalada es bien básica. Los pedidos se demoran y el servicio tiene que mejorar, estaban cortos de personal para atender varias mesas a la vez y para el día que era.

Fuí con la curiosidad de probar lo que ofrece la cocina del Chef Charlie Collins. No salí defraudado. Primero que todo el hotel, bar y restaurante ofrece un ambiente tipo casa americana de campo, muy elegante y limpio. La comida es deliciosa, con una variedad de ingredientes frescos y sabores distintos que harmonizan en el paladar y tiene los toques estéticos esperados de una cocina gourmet. El personal es súper atento. Fue una grata experiencia.

Segunda vez que lo visito y he quedado igualmente encantado. La comida es consistentemente rica y bien hecha. Buenas porciones tanto en la proteína como en las guarniciones. La atención es muy buena y en cuanto al ambiente es un casa grande estilo campestre en las montañas lluviosas de Boquete. Excelente!

Como entrada recomiendo las bruschettas clásicas. La pasta podría estar más fresca, estaba reseca, sin embargo lo compensó en parte con el buen sabor y presentación del plato. El servicio estuvo aceptable y el ambiente también. Es algo difícil conseguir parking si no hay disponibilidad en el hotel.