agradable local frente a la iglesia es una trattoria muy italiana con ingredientes frescos y nobles. empezamos con la burrata de 120gr que es más que suficiente para dos personas con un quedo importado pero increíblemente fresco además los tomates y albahaca local muy fresco y sabroso . pedimos los langostinos al brandy que era una opción del día y el rigatoni al ragú para compartirlo pero en dos tiempos y ambos estaban increíbles de buenos El personal es muy rápido y atento raro en esta zona de Panamá y el dueño está por todo el local recomendando platos , limpiando y encima de los detalles , la esposa está detrás de los fogones haciendo la magia. lo único molesto es el techo de zinc que como llovía muy fuerte es muy ruidoso pero eso no es culpa de nadie. felicitaciones y gracias por estar en el Valle