Cada vez que voy a Chiriquí mi pasaje por cerro brujo es obligatorio. Es la cuarta vez que como en este restaurante, siempre es impresionante, la decoración del restaurante es agradable, parece a una sala de una granja francesa estilo Normandía o Bretaña sin lujo y sin chichi como se dice en Francia. El servicio igual sin pretensión pero muy agradable, a veces es bueno salir de los esquemas del servicio de lujo…. Queremos recibir hospitalidad! , ¿Qué es la hospitalidad? lo que nos hace sentir como en casa, eso es lo que recibimos en cerro brujo. La comida es espectacular, cuando estas, no sabe lo que vas a comer es según el día, los productos frescos que hay este día y los humores de la chef quien son siempre buenos, ella logra algún maridaje espectacular, es lo que hace lo bueno que es este restaurante. Cuando voy por volcán quiero sencillez, salir del stress cotidiano de la cuidad de panamá, en cerro brujo logro encontrarlo.