Siempre me hospedo en el Hampton cuando viajo a David por trabajo y, como el hotel, su restaurante cuenta con un personal amabilísimo. He probado las hamburguesas, la milanesa de pollo y algunas carnes y siempre he quedado contento con la preparación, presentación y sabor de los platos. Para ser hotel, el precio no es exagerado, lo cual es un punto a favor. Termino cenando frecuentemente ahí no sólo por la conveniencia, sino por la variedad, el gusto y la calidad. ¡Me tendrán pronto por ahí de nuevo!

Un lugar con gran variedad de carnes (nacionales e importadas) con un menú ejecutivo más que competente (aprox. $7.99), una fina y rápido atención y porciones adecuadas. Regresaría sin pensarlo.

La experiencia más agradable que he tenido en años: La comida, variada, deliciosa y preparada con un toque distintivo y novedoso (incluyendo los postres). El lugar, en sí, una "villa" de ensueño que te transporta a otra época. El servicio, amabilísimo y atentisimo.

La revelación de la década. Llamamos porque teníamos ganas de italiano y, los lunes, la mayoría cierra temprano o no abre del todo. Hablamos con el chef ejecutivo (que, por cierto, es brillante) y nos abrieron para que pudiéramos cenar. Nunca nos imaginamos que tendríamos la experiencia que tuvimos: TODO fue preparado fresco en el momento y me sentí en casa (me crié en Italia). Probamos el risotto ai funghi porcini, la melanzana alla parmigiana y, lo que más impresionó, i rigatoni all' osso buco (WOW). Como si no fuera suficiente, el tiramisú estaba espectacular y la atención fue de otro mundo. Voy a parar aquí pero se merecen páginas y páginas de elogios por la maravilla de restaurante que manejan. Visítenlo. P.D: Eran 5 estrellas en servicio, no 4.

Era mi primera vez en el valle y había visto las reseñas de este lugar en degusta, así que decidimos almorzar ahí. No lo vuelvo a hacer. La comida no me dijo nada, el servicio estaba indiferente (y creo que éramos los únicos ahí, ese día) y el lugar no es muy agradable, que digamos.