Parada más que obligatoria. Lo clásico no falla: empanada de queso y chicheme. Pero ademas tienen una variedad de quesos para todos los gustos. Súmenle algunos dulces y panes nuy ricos tambien. La chicha de melón es un must.

El servicio un poco lento. Incluso tuvimos que pedir que ya no nos trajeran un plato porque no nos sirvieron a la vez y ya los dos primeros comensales (eramos 3) estaban acabando y no salía el tercero. La comida no está mal pero nada destacable. Los camareros muy amables.

Fuimos por recomendacion de degusta porque queriamos comer algo diferente. Pedimos de entrada unas alitas que estaban bien pero no venia ninguna salsa (bluecheese, ranch) pero no estaban malas. Platos fuertes 1. Camarones al ajillo: fue decepción total pues parecía una especie de creviche con trozos casi enteros de ajo. De sabor dejó mucho que desear. 2. Pargo rojo frito: buen tamaño pero demasiado simple. 3. Costillas de cerdo: estaban bien. Nada espectacular pero bien. La verdad no volvería.